domingo, 19 de octubre de 2008

domingo, 12 de octubre de 2008

PERENNIDAD

Perennidad
Rubén Sassano y su preocupación por el tiempo.
A lo largo de diversas charlas mantenidas con Rubén Sassano, las imágenes, los silencios y las palabras fueron desvistiendo los sentidos hondos de su percepción.
En esas ocasiones comentó debates sobre la cuestión de los límites entre la pintura y el dibujo, sugiriendo, en más de una oportunidad, abandonar provisoriamente tales categorías al momento de ocuparnos de las obras.
El vino, la música y las historias silenciadas nos acompañaron en la mayoría de las conversaciones. Emergieron así, los sentidos manifiestos en sus múltiples trabajos. Las palabras y frases que remiten a Jorge Luis Borges, los trazos definidos, las atmósferas presentes en los puertos y en los intersticios urbanos, y la perenne obsesión por cuestiones acuciantes en los jóvenes, indican una preocupación crítica donde el tiempo constituye un aspecto medular.
Es así que, a través de imágenes colmadas de hierros, estructuras y zapatillas, van develándose vivencias que dialogan con seres atemporales, seres que están más allá de todo: más allá de Estado, más allá de la protección, más allá de futuro; más cerca de la muerte y de nuestra indiferencia.
Estos seres, con los que constantemente convivimos, y a los cuales habitualmente llamamos jóvenes, sólo subrayan un estado de las cosas donde la velocidad y los espejos quizá definan la ambigüedad del todo.
Pero las definiciones inherentes, y lo estanco, no forman parte del cosmos estético de Sassano. Si bien sus trazos son endemoniadamente definidos, el aire que emana habla de otras cosas. Las pinceladas, que no dejan dudas sobre virtudes y técnicas, enuncian estrofas duras, incómodas, costados que no queremos escuchar. Esta obra es crítica en tanto capta espiritualidades que nos caracterizan, más allá que los protagonistas del amor al borde y la muerte sean los llamados jóvenes.
La totalidad de su estética, entonces, remite al tiempo, en un remitir que aborda el presente, pero también el pasado y el futuro. Los años transcurridos desde 1492, o los tambaleos de la esperanza ante las incertidumbres respecto del porvenir, son temas constantes en el espíritu de este plástico rioplatense.
Sus obras, muy cuidadas compositivamente, posibilitan el diálogo entre los lenguajes inherentes al artista y los propios de quien observa la imagen. Este diálogo entre lenguas coloca a la sensibilidad de Sassano en un plano universal.

Miguel Ángel Rodríguez
Colaborador (ramona, Dédalus y Pliegos de Arte)
Investigador (Babel Consultoría de Arte – Museo Provincial de Artes, La Pampa)